62º Berlinale

Leo en los periódicos digitales que "Dictado" no ha convencido a la crítica, que sin embargo destaca "Cesare deve morire", de los octogenarios directores italianos Paolo y Vittorio Taviani, y la alemana "Bárbara", de Christian Petzold. Echo un vistazo a la programación y me apetece mucho ver "Marley", el documental de Kevin Macdonald sobre el famoso cantante reggae, pero las entradas estaban agotadas. También se estrena en la sección Berlinale Shorts el cortometraje "Loxoro" de Claudia Llosa, que obtuvo el oso de oro en 2009 con la película "la teta asustada". Pero a la misma hora he quedado en recoger en el aeropuerto a mi amigo el fotógrafo Julio Sánchez. Además nos han dicho que están helados los Wannsee, en el río Havel. Se trata de un par de lagos enlazados que hay en el suroeste. Es el principal sitio de baño y recreo de los berlineses en el buen tiempo, ya que cuenta con una de las playas fluviales más largas de Europa, y en los lagos se practican deportes acuáticos. Comemos platos tradicionales alemanes en un restaurante a orillas del enorme lago helado. Numerosas familias han ido a pasar el domingo para disfrutar del fenómeno climatológico. Sobre el hielo se ven trineos, esquís, patines y hasta una tabla de windsurf. Aprovechamos lo poco que queda de luz para que los niños jueguen sobre el hielo y para que los mayores disfrutemos como niños.

Por la noche me voy a tomar una cerveza multukulti por Kreuzberg. Quiero ver si sigue abierto el SO36, en el número 190 de la Oranienstrasse, porque hace tiempo leí en EL PAÍS que existía una amenaza muy seria de cierre. Afortunadamente sigue abierto, aunque el camarero me cuenta que tuvieron muchas dificultades y estuvieron a punto de cerrar por un conflicto con un vecino. Hoy hay una fiesta llamada "Café Fatal". Desde las seis de la tarde ha habido clases de bailes de salón y ahora un DJ pincha los últimos éxitos internacionales. Un cartel anuncia un concierto de Muchachito Bombo Infierno para próximo día 29.