La realizadora catalana Neus Ballús presenta La Plaga en la sección Forum International de la Berlinale. Narra una historia de vidas cruzadas de cinco personajes que luchan por salir adelante en la periferia de Barcelona. La lucha libre que practica Iurie, un inmigrante Moldavo que trabaja de pagès mientras espera conseguir los papeles y se entrena para el Campeonato de Cataluña. Trabaja en la masia de la familia de Raúl, que busca otro trabajo y apenas puede ver a sus hijos. La situación es dura, y una plaga de mosca blanca hace peligrar la cosecha. Su vecina María, de 88 años, tiene que abandonar su hogar por problemas de salud y trasladarse a una residencia de ancianos. Allí trabaja como enfermera Rosemarie, recién llegada de Filipinas. Cada día va a pie a trabajar, y en el camino suele encontrarse con Maribel, que intenta ganarse la vida esperando algún cliente, sentada en una silla de camping cerca de la autopista.
Cinco personajes que te atrapan y te enamoran desde el primer momento, especialmente María, fallecida en 2012, a quién la directora dedica la película. "¿ ...Y cómo se hace para no pensar?" -pregunta María a Rosemarie-. "Mire María, el pasado ya pasó. Hay que luchar por el presente". En esa lucha libre encontramos a estos personajes marginales, llaneros solitarios en un entorno hostil.
Neus Ballús compara su ópera prima con un western. La realizadora es también responsable del guión, aunque me cuenta que realmente no había diálogos escritos, sólo unas directrices. "No es que sean actores no profesionales, es que no son actores". Con este híbrido entre realidad y ficción, Neus ha conseguido una excelente película. De lo mejor que he visto en la Berlinale este año.
Neus Ballús durante el coloquio